Quiero la vida en forma de Tetris: simple e ilimitada, precisa e interminable; colorida, vertiginosa, entretenida, constante, ágil, ñoña; pero sobre todas las cosas, con música rusa de fondo.

Quiero la vida en forma de Rubik: moldeabe, palpable, colorida, pausada, reflexiva, frustrante, gratificante, controlable; pero sobre todas las cosas, relajante.

Quiero la vida en forma de Videojuego: Con derecho a volver a empezar, con vidas ilimitadas y oportunidades infinitas; con aventuras excitantes, con viajes inimaginables, con princesas a las cuales rescatar, villanos a los que derrotar, espadas que forjar y leyendas que crear; pero sobre todas las cosas, colores indescriptibles que viajan a velocidades que el ojo apenas puede contemplar.

Quiero la vida en forma de Película: Con la intensidad de una película de acción, con el dolor de un drama, con la diversión de una comedia, con la magia de la ciencia ficción, los colores de las películas animadas; pero sobre todas las cosas, con los finales felices de las comedias románticas.

Quiero la vida en forma de Libro: Magistral y pausada, detallada al extremo; quiero saber cada detalle, leer cada palabra, imaginar cada cosa, sentir cada ambiente. Quiero una vida épica, una vida remarcable, una vida impresa miles de veces, miles de veces leída y miles de veces recomendada; pero sobre todas las cosas, una vida memorable.


Quiero la vida como un cuaderno, como una canción, como un diamante, como la lluvia, como un arcoiris, como un bosque, ¡COMO EL SOL!






Quiero retroceder tiempo para disfrutar cada pequeño detalle que pasó desapercibido ante mis ojos...