¡Un cuchillo, un plato sucio, una presa sangrienta, dos vasos, decenas de botellas vacías, un cuello y a jugar!

Siempre te extrañaré, mi pequeño trozo de felicidad.

Si, te ví correr desesperadamente entre el agua infinita que salía de tus ojos.
Si, te ví partir, alejandote en la penumbra de un día que no parecia día... y no hice nada al respecto, nada, nada de nada, no porque no quisiera... ¡Es que ya no hay nada que hacer!

Desearía saber que decir.

¿Quién te crees que eres? ¡No eres nadie!
¿Por qué piensas que eres algo? ¡Si no eres nadie!
¿Por qué te haces pasar por una persona feliz? ¡Si no eres persona!

Imbécil, imbécil... no tienes nada, no tienes a nadie, estás colgando de un puto hilo, sólo estás haciendo tu miseria visible.

Tu futuro no es más que que un resfalín oxidado.
Tu cara no es más que un juguete viejo.
Tus pensamientos no son más que barro en día de lluvia
y tú... tú... no eres más que la brisa en la mañana.

Caída libre, sin paracaídas, sin protección, sin aire, sin aliento, sin nadie...

Todo se reduce a estos últimos momentos, todo se reduce a mis últimos momentos.
Lo peor de todo, es que no soy nadie para pedir algo, tan sólo abro mis brazos y cierro mis ojos, quizás así... no sienta tanto el dolor, o quizás...

Soy el actor sin guión
soy el protragonista sin antagonista
soy el equipo sin jugadores
soy la sangre sin herida
soy el golpe sin cupero
soy el asesino sin víctimas
soy la muerte sin vidas
soy el astronauta sin espacio
soy la música sin sonido
soy las palabras sin papel
soy la vida sin vida
soy las frases sin boca...

Soy el todo con nada.